Agente N#5 - La Mosca

William trabaja para una organización secreta
donde todos los agentes tiene apodos,
a el lo llaman La mosca ya que
siempre esta donde la mierda sucede.

Un dia como los demas
William tomó su larga gabardina
y cuando iba bajando por las escaleras
vió al muchacho que vive en el piso
de abajo, un tal Jonny Greenwood,
William lo conoce porque fue
uno de los soplones que antes
le ayudaron a limpiar la 103
de los sucios junkies.

William tambien fue un junkie
y por lo mismo ahora era agente,
es uno de los que vieron que del
otro bando habia mas plata a la orden
y hasta mas estimulantes si lograba
hacer bien su trabajo.

Persigue el hueso will, persiguelo.
Rauf rauf rauf Will ladra,
muy bien pequeño will, asi se hace,
ladra a los enemigos Will.

Eso mismo,
Will se habia convertido en
otro de los juguetitos,
otra de las maquinitas,
otro -haz.dinero.sin.recibir.nada-.

La mosca siempre esta
donde la mierda esta
y vuela con sus alas
pegadas a unos estambres
que le dan la dirección del vuelo.

Sonidos del eco. Mayo/29/1984

Vivo en un departamento
de la calle 103,
donde antes existian
algunos yonquis y
algunos camellos
hasta que la policia
los fichó a todos.

Ahora
ya nadie pasa por aqui
ni una alma perdida,
solo basura,
solo flores arrancadas
y polvo mudo.

Y mi musica ya no habla
mas que de una soledad
y un vacio y rostros
que no vere nunca mas.

Las ondas,
los tambores
y demas sonidos
que reproduzco
en esta vieja
maquinita
no me hacen sentir
mas que el eco
de una calle perdida.


. Jonny

Acabando con el hombre inmortal

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En la destartalada televisión
pasan un programa de un superheroe,
ami me hubiera gustado conocer a uno,
arrojarle una cerveza a la cara,
humillarlo como a un cerdo
y hacerlo volver a mortal.



Mostrarle que no es nada
facil cambiarse en una cabina de telefono,
que es casi imposible que
alguien guarde tus secretos,
que para conquistar a una mujer
hace falta mas que magnificos superpoderes.



Mostrarle
que a todos nos da miedo
enfrentarnos a nuestros problemas,
que todos somos mas debiles
ante la tentación del mal,
que la mayoria de los seres humanos
no podemos ni salvar nuestro propio pellejo.


-------> ..click.. <--------

William

Im toxic waste lady

16 Mayo 1984


He mezcladó
jarabe,
gasolina,
medicina,
y algunas
drogas sobrantes.

Nada me satisface ya,
solo me quedó en el sillon
tirado con la boca abierta,
nisiquiera las moscas cuando
pasan zumbando les da curiosidad
por mirar dentro de mi.

Me siento debil,
palido, transparente,
un animal esteril,
siempre tan ausente.

Necesito algo,
alguien en el otro remo,
un estimulante,
ayuda para sobrevir,
necesito drogas,
un baston para recargarse,
alguna bella mujer y
talves hasta un poco de amor.

Una caminata por el lado salvaje

She says, hey babe, take a walk on the wild side
said, hey babe, take a walk on the wild side
and the coloured girls go

Doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo
doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo
doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo
doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo, doo

William
vive en los Estados Unidos,
Nueva York para ser exactos.

William
lleva viviendo los 80s
por 5 años y dice que
todo el mundo esta enloqueciendo,
en especial el mismo.

A William
le gusta rondar por
las tabernas y esuchar
una banda negra de Jazz
y talves tomar algun paregorico.

A William
despues de eso
le gusta salir en su ford
ya en la madrugada y subir
a alguna barata mujercita
en su viejo y leal Ford,
las lleva a cenar y luego
si todavia tiene hambre
como para un "postre"
las lleva hasta su departamento.

William
aveces se equivoca
en la selección de su presa (el paregorico ayuda)
baja la mano, les jala el calzon
y se encuentra con un cactus en el desierto.

.New York city is the place where they say ..
..hey babe, take a walk on the wild side..

12 de Marzo de 1984

Hoy me levante
con un poco mas
de energia que con
la que suelo
amanecer diario,
asi que tomè
el periodico
y hojeè la
parte de los
eventos,
habia algo
que parecia
bueno en la
Taberna de los blues
asi que arranque
la direcciòn
y despues de
pagar la renta del cuarto
me dirigì a la
vieja Taberna
en el ford.
Las calles de
concreto me dirigiàn
hacia los tambores
resonantes,
las guitarras
afinadas
y los bajos
que hacen temblar la tierra.
Dicen que el
blues lo hicieròn
los trabajadores,
yo creo un poco diferente,
yo creo que el blues los hizo a ellos.

William

Zarsamora y chocochips

William
entró a la caffeteria,
ordenó una cerveza negra
y la tomó a sorbos.

Del otro lado miró
a un negro que comia
un pequeño pastel
de zarsamora.

La puerta se abrió,
la campanita -ting..ting..ting..-,
eran unos muchachos blancos
y de pinta joven,
tomarón una mesa
lejos del negro.

William
seguia sorbiendo
su cerveza -surp..surp..surp-
cuando observó
que a paso rapido
los jovenes blancos
se acercaban a la mensa
del negro.

El negro
se levantaba de la mesa
cuando los jovenes lo
tomarón por la espalda
y volvierón a poner
su negro trasero sobre
el asiento.

-¿ Asi que te gustan los pastelitos ehh perra ?-
El negro no respondió, solo suspiró
- Con que te crees muy inteligente ehh jodido nigger-
- Haber que te parece esto - dijó entre risas idiotas
uno de los jovenes.

Los jovenes
le embarraron el
pastelillo en la cara
al negro, ahora era algo
asi como zarsamora con chocolate.

William
dió un trago largo
al final de su cerveza
y se acercó al lugar
donde se encontraba el alboroto.

Cuando llegó a la mesa
tomó de el bolsillo interior
de su saco un revolver 54
y solto 3 balazos a los blancos
cuando se derrumbarón al piso
les escupió a los 3 en la cara.

. - Yo no soy racista,
. simplemente odio a todos.-

le dijó William a los tres cadaveres.

Colgando deseos

William
agitado por el trabajo
llegò exhausto a casa,
abriò la cajuela y
tomó su viejo portafolio.

(trabaja en
una organizaciòn
secreta que
nisiquiera el sabia
de lo que trataba
debido a su "secreta"
clasificaciòn.)

Abriò la puerta
y no esperò un calido
saludo de su hermosa
familia, porque
de esta definición
"hermosa" no era lo
unico falso.

Calentó un poco de cafe
sacó de su bolsillo un
viejo puro mordisqueado
y se sentó en la vieja
mesa de madera, sobre
la vieja silla de madera.

Afuera los hombres
y las mujeres bailaban
al ritmo del jazz & blues,
fornicaban a la luz de las
estrellas y sonreian a
la obsucra noche.

William simplemente
se aburria por completo
con su cafe y libro en manos
mientras escarabajos y
gusanos escalaban por
sus esqueleticas piernas.

El humo de el puro
penetrò sus solidos ojos.

Se sentia terminado,
colgò su vieja camisa,
pusò en el tocadiscos
un viejo grupo de jazz
e intento dormir
mientras todos los demas
bailaban, fornicaban y amaban
a la luz de la tenue noche.